jueves, 14 de octubre de 2010

REPORTE CRITICO I EL SOFISMA DEL LIBRE COMERCIO

Facilitador: Nelson Ford.
Cátedra: DERECHO ECONOMICO INTERNACIONAL
Octubre 2010


EL SOFISMA DEL LIBRE COMERCIO. -La evidencia empírica de los últimos 20 años. El libre comercio en la Historia. Pateando la escalera del progreso.


LA EVIDENCIA EMPIRICA DE LOS ULTIMOS 20 AÑOS: En mi apreciación estamos ante la presencia de una serie de eventos de ensayo y error de la teoría de las ventajas comparativas. Obviamente la dinámica de la economía mundial y las incidencias que surgen en las economías internas genera equilibrios o desequilibrios; los cuales se proyectan hacia afuera. Sin embargo, considero que más que la búsqueda de un equilibrio económico, con efectos de beneficio en la población mundial, frente a los eventos socio-políticos que se pudiesen originar en EEUU, Europa, Asia o Latinoamérica. En la aplicación de la Teoría de las Ventajas Comparativas se busca, es el poder económico de prevalecer o sentirse indispensable, el enriquecimiento  ante los países del tercer mundo y la resistencia de estos a ser solo subordinados, a la espera de unos beneficios ficticios o que nunca llegaran.

EL LIBRE COMERCIO EN LA HISTORIA: Considero al libre comercio como la aplicación de una figura económica ficticia donde prevalece la desigualdad de competencia, carece de lineamientos claros respecto a la relación oferta-demanda; y a la capacidad de producción o grado de industrialización que pueda tener un país. El hecho de complementarse económicamente entre países y ampliar mercados es lo que seria un Libre Comercio y no un Liberticida Comercial en el comercio internacional.
 
Respecto a la Historia del Libre comercio, enuncio las siguientes frases extraídas de la página Web www.uruguay.indymedia.org (LIBRE COMERCIO- EL SOFISMO DEL IMPERIALISMO) by Edward Herman, Saturday, Augusto 31,2002. “La frase “libre comercio” es una obra maestra del engaño y la propaganda. Su uso de la palabra “libre” encubre el hecho de que el trabajo de todos esos acuerdos y organismos restringen muy resueltamente la libertad de los países del Tercer Mundo, reduciendo sus soberanías y el poder de sus instituciones democráticas de establecer sus políticas económicas, proveer servicios públicos y proteger el medio ambiente”.

“El libre comercio continúa siendo un mantra esencial del nuevo orden mundial, que se usa para justificar la Organización Mundial del Comercio (0MC) y el camino para extender su jurisdicción, así como para racionalizar los programas de ajustes estructural del FMI y el Banco Mundial e instrumentos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, siglas en Ingles)”.




PATEANDO LA ESCALERA DEL PROGRESO: La sujeción y subordinación de los países latinoamericanos ante la aplicación de los países  industrializados del libre comercio genera frenos al desarrollo. La falta de voluntad política y la poca identificación de los ciudadanos de un país con su Estado conllevan a no visualizar alternativas de progreso internas desarrollando políticas económicas que reactiven el aparato productor del país.

El fisiócrata francés Gournay (1712-1759) acuña la celebre fórmula: laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar). Dejar hacer; cancelar las limitaciones del intervencionismo y abrir el campo a la iniciativa individual; dejar pasar; abrir las puertas de las naciones, suprimiendo las barreras aduaneras, de modo que se estimule y active la circulación de la riqueza. En este punto y como campeón máximo del  laissez faire, laissez passer se hace presente el liberalismo económico o teoría de la libertad económica,  fundada en la libre iniciativa individual movida por el deseo de lucro; en la libre competencia, reguladora de la producción y de los precios, y en el libre juego de las “leyes económicas” naturales o del mercado.” (Texto extraído del Breviario Introducción a las doctrinas político-económicas, por Walter Montenegro. Fondo de Cultura Económica. México 2006.)


 
 
Los países grandes o pequeños, con  grandes fuentes o recursos económicas o sin ellas, han sentido la necesidad de integrar sus economías para poder abastecerse o complementarse surgiendo de allí los primeros pasos para el proceso de integración económica. El libre comercio es una de las formas simples de integración lo cual incluye suprimir las barreras arancelarias o restricciones  entre los países miembros, pero estas pueden oponerse a terceros Estados. Considerar el libre comercio como una alternativa absoluta de integración económica no es lo que deba prevalecer a la luz del Derecho Económico Internacional; toda vez que más allá del beneficio o rentabilidad en la aplicación de una determinada teoría económica para el beneficio de la mayoría de los Estados;  unos pocos  presentan un razonamiento técnico-económico con reglas no claras para muchos y muy definidas para pocos; con lineamientos que a la larga dan sus verdaderos frutos como es el desequilibrio o pobreza. En forma reiterada y sostenida, históricamente, se ha aplicado la teoría de las ventajas comparativas en el comercio internacional  cuyas bases en el Libre Comercio evidencian condiciones con desventajas para los países en desarrollo.
“Una falacia o Sofisma es, según la definición tradicional un patrón de razonamiento malo que aparenta ser bueno. Un razonamiento falaz no necesariamente arriba a una conclusión falsa; así como un razonamiento correcto o válido no necesariamente arriba a una conclusión verdadera. Los razonamientos falaces no son falaces por arribar a una conclusión falsa, sino por contener un error en el razonamiento mismo.” (Wikipedia)